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Mensaje por lєdєяѕнιρ Vie Sep 17, 2010 9:16 pm


{ Dean Barton } Johs Holloway Deanw__
DEAN NEAL BARTON
Dean. Barton | 45 años | 22.12.1965 | San Francisco (EE.UU.)
"Como diría Dickens, el corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico."
{ Dean Barton } Johs Holloway Deanbarton__
¿Mejor momento de tu vida?: ¡Uy… hay tantos!, aunque también soy bastante más mayor que cualquier chiquillo. Veamos, ¿por cual puedo empezar?, déjame que piense, hay tantos… Uhm, supongo que el primero podría ser cuando conocí a mi ex mujer, tengo que reconocer que me enamore de ella a primera vista, lo sé suena infantil y muy de chico de diecisiete años, pero es que si la hubiese visto como yo no diría lo mismo, Jull se parece tanto a su madre… muchas veces cuando veo sus ojos me acuerdo de Kate, además fue con la edad de Jull que conocí a Kate. ¡Es que lo recuerdo como si fuese ayer mismo!, había salido aquella tarde un poco más tarde de atletismo y con tan buena suerte que me fui a topar con la chica más guapa de todo el instituto, Katherine Elisabeth Colber, todo el mundo sabía que era la chica más codiciada de todo el instituto, por la que todo los chicos se morían y por supuesto ya se le habían conocido varios novios universitarios así que directamente yo no tenía ninguna posibilidad con ella eso lo tenía clarísimo pero cuando la vi allí sola, llorando y casi disculpándose ella por a verse tropezado conmigo, ¡no me resistí!, le pregunte si le pasaba algo y si, resultaba que por lo visto la chica popular era más desgraciada de lo que todo el mundo pensaba, tenía muchos problemas, el chico con el que salía la había dejado por otra y la verdad es que se que ella estaba bastante enamorada de él, después estaban sus padres parecía que no eran tan santos y buenos como el mundo creía y después lo averigüe solito, sus amigos que no eran amigos si no más bien un grupo de gente que se pega a ti por la fama… tenía muchos problemas, lo que me sorprendió infinitamente es que me los contase a mi precisamente el chico de la clase de al lado que iba a atletismo y “trabajaba” por decirlo de alguna forma en el periódico del instituto, mala costumbre que heredo Jull de mi. Pero allí estaba yo con una mano en su cintura y ella apoyada en mi hombro llorando, y ¿sabes lo que me dejo atónito? ¡al día siguiente me saludo!, si como si fuésemos amigos de toda la vida… y ahí empezó todo, de la noche a la mañana me convertí en su mejor amigo, y sin saber como me estaba casando con ella, bueno vale se como, pero fue mágico simplemente. Después sin duda van los nacimientos de mis hijos, cada uno de ellos fue especial, como ellos mismos. Además en cada uno de ellos paso algo divertido para ser narrado. Primero fue Matt, mi primogénito, recuerdo que Kate había estado con dolores toda aquella noche y que aun cuando me fui a trabajar, dado la cabezonería de mi ex – mujer, seguía con dolores muy fuertes, pero bueno como no se le podía llevar la contraría en nada decidí que era mucho mejor ir a trabajar que quedarme en casa escuchando sus múltiples quejas que sabía que me iba a poner. ¡Es que aun me acuerdo, como si en realidad hubiese dado a luz ayer!, aquella mañana me había tocado patrullar una calle bastante conflictiva de San Francisco, y nos dieron el aviso de que había un robo en ultramarinos así que Dan, mi compañero y mejor amigo, y yo nos presentamos allí con la intención de detener a los ladrones, pero la cosa se empezó a complicar cuando uno de los ladrones escapo, y claro era yo el que tenía las medallas de corredor de fondo así que me toco a mi ir detrás de él… Llevaba como medio kilómetro recorrido cuando el móvil, el personal, comenzó a sonar como un desesperado, ríete pero es cierto, tal como lo cuento, no sé, porque no lo sé pero logre coger el teléfono y ¿adivinas?, si, si…¡exacto!, Kate que había roto aguas y que iba de camino al hospital que volase, pues hice las dos cosas conseguí atrapar al ladrón, un muchacho de unos quince años y volé al hospital para ver como Matt venía al mundo, rubio y de ojos azules como nosotros dos, aunque bueno él se parecía mucho, mucho más a mi que a Kate. Lo echo mucho, muchísimo de menos. Mejor dejar las cosas tristes y contarte que fue lo que me paso con Jull, eso si que fue otra gran odisea, aunque no sé como me las apaño siempre me pasa algo cuando se trata de ver nacer a mis hijos. Kate llevaba una semana un tanto molesta, ya el médico le había dicho que se cuidase que posiblemente tuviese más complicaciones con Jull que con Matt, pero bueno ya sabes por lo que te he dicho que Kate es muy cabezona y mucho caso no hizo así que para la única noche que me llamaron de emergencia de la comisaría por un caso muy importante de corrupción, a mi mujer se le ocurre romper agua, pero donde esta el chiste que si al menos ella me llamase cuando yo aun estaba en mi despacho… ¡no, noooo! Ella me llama en mitad de la redada y con uno de los capos de la mafia esposado, la gracia de todo es que como era uno de esos italianos muy dado al ambiente de la familia cuando exclame un “¡¿qué has roto aguas?!” el capo Manzini, por cierto, me soltó un “famiglia è la famiglia”, delegué mi trabajo a Dan, el cual es por cierto el padrino de mi Jull, y pude ir a ver a mi hija nacer, pero tal como dijo el doctor este parto iba a ser complicado y claro nació de cesaría y después de muchas horas en la sala de parto; te puedo decir que cuando Jull nació lo primero que hizo fue bostezar, nos miro a los presentes y ¡juro, no estoy loco!, pero juro que la vi sonreír y se puso a llorar como anunciando que ya que todos teníamos tu atención ella podía demostrar que era más chula que todos nosotros, no ha cambiado, hubo un tiempo que fue más tranquila, no es que lo haya sido nunca, pero hubo un tiempo que esa chulería… disminuyo, ahora te puedo decir que no, que es peor que todos los que se creen importantes. Después he tenido momento felices en mi vida, por supuesto, pero ninguno como los que he contado, para mi eran mi vida, y desgraciadamente de ellos solo me queda una, ya que uno se fue para siempre y la otra me dejo solo; al menos Jull parece que le sigo pareciendo divertido.
¿Peor momento de tu vida?: Más quisiera decirte que yo de eso no he tenido, pero si que lo he tenido y bueno no es que me gustes hablar de ello, pero se que a veces es bueno hablar de las cosas que te tienen mal. Creo que el día que más he odiado ser policía fue el día de la muerte de mi hijo, aquel dichoso diecisiete de Junio de hace tres años, aquel maldito día yo tenía que trabajar hasta tarde, y Kate estaba fuera de viaje por negocios, es publicista y bueno la verdad es que en muchas ocasiones se le pedía que viajase a Nueva York o cualquier otro lugar así, y aquel fin de semana la pasaba en Londres por un anuncio, que ya ni recuerdo de que era, el caso es que no estábamos, ninguno de los dos, pero de todos modos ¿qué hubiésemos hecho alguno de los dos?, no sé… no me hecho la culpa, ni se la hecho a nadie, supongo que tenía que pasar. Aquella mañana antes de salir a trabajar Jull me esperaba en el salón con dos cafés calentitos y una sonrisa que sabía lo que significaba, es la sonrisa que se le pone cuando quiere pedirte algo o te pretende comunicar algo, y efectivamente lo siguiente que me dijo fue un: “Papá, ya sabes que Matt anda un poco… tonto, por decirlo de algún modo, y bueno Leo y yo hemos pensado en prepararle una mañana y tarde de amigos, para que se espabile, y ya esta noche pues saldrán… porque yo tengo un mierda examen el lunes, ¿te importa mucho, que se venga Leo?”, claro si tu hija de quince años te lo dice así, con voz melosa, una sonrisa de chica buena, ojitos de “papi se que eres bueno” y como si yo le tuviese que dar el permiso de algo, cuando los dos sabíamos que dijese lo que le dijese iba hacer lo que le saliese de su alma, no pude decir que no, es más le dije: “¿Qué se venga Leo?, ah, ¿pero Leo no vive con nosotros?... y yo que pensé que lo habíamos adoptado; si sabes que si, anda dame un beso que me voy”. Salí aquella mañana de mi casa con una sonrisa y cruzándome en el coche con Leo, el cual me saludo de lo más normal, recuerdo que mi pensamiento fue un “maldita niña, ¿así que estamos de chantajista?, ya te enteraras… ya”, pero ya sabía yo que eso de enterarse era una mentira como una catedral, adoraba, adoro y adorare a mi hija que casi que soy imposible de resistirme cuando se pone hacerme chantaje emocional… ¡lo hace muy bien!; salí de casa sin saber nada, sin ser conciente de lo que iba a pasar aquella misma noche, sin pensar tan siquiera que una cosa así me pudiese pasar a mi. El día lo pase de lo más normal, con trabajo hasta los topes, no pare ni en un solo momento y justo a las doce de la noche cuando mi cabeza y cuerpo pensaba que se iba a casa a relajarse, mi jefe me puso un montón de papeles de la redada de aquella misma mañana y me soltó un “lo quiero para ayer”, y yo quería llegar a mi casa, así que le mande un mensaje a Jull para decirle que iría tarde que no se acostase ella muy tarde estudiando que no era bueno, así que me puse con el papeleo, que poco a poco me estaba consumiendo cuando a las cuatro de la mañana escuche el móvil el de la oficina, era Dan y sonaba muy alterado, aun tengo gravada la voz de mi mejor amigo en la cabeza diciendo “Dean, Matt… Matt a tenido un accidente de coche, Jull acaba de llegar…” y lo siguiente que se que dijo fue un “¿Dean, sigues ahí?”, si dijo algo más no lo escuche, por un momento mi menté se había quedado en blanco, y solo hacía pensar en mi hijo, en un accidente de coche, en Jull, en Kate… en Leo, aquella noche habían salido de fiesta, y ya sabía yo que se habían llevado mi coche porque me llamo Matt para pedir permiso… todo me daba vueltas, Matt, Jull, Kate y Leo, ¿y si Jull en el ultimo momento también había ido con ellos?, ¿y si le había pasado algo también a Leo?, ¿lo sabía Kate?, estaba de viaje, ¿la habrían avisado?, solo esperaba que no, que aun no… Sé que aquella noche fue la noche que más corrí de toda mi vida, gracias al cielo el hospital y la comisaría estaban bastante cerca y llegué en nada, pero no estaba preparado, porque nadie nunca te prepara para lo que yo tuve que ver, pasar, escuchar, no jamás nadie te dice “prepárate por si uno de tus hijos se muere antes que tu”, no… eso no esta en el manual, ni de padre, ni de policía, ¡eso no existe!. Cuando entre en urgencias a la primera que vi fue a Jull, que nada más verme salió corriendo hacía a mi llorando se abrazo fuertemente a mi y no paraba de repetir el nombre de Matt y Leo, ni siquiera me hizo falta preguntar que había pasado ya que al mirar a Dan su cara me dijo el resto, pero aun así los dos policías que se habían personado en el accidente se acercaron a mi y me pusieron al día, solo que creí conveniente que Dan se llevase a Jull a tomar el aire, estaba muy nerviosa, solo hacía llorar, temblar y repetir el nombre de su hermano y de Leo. Cuando los policías me contaron como habían sucedidos los hechos sentí que el corazón se hacía cada vez más pequeño en el pecho, encogía y encogía poco a poco a cada palabra de ellos, y cuando terminaron solo pude tragar saliva y pedí ver el cuerpo de mi hijo… Tenía que verlo, ser conciente de que aquello era verdad, que mi Matt, que mi hijo de solo dieciséis años estaba muerto, que hacía solo una hora mi hijo había perdido la vida en un accidente de trafico por ir borracho y no saber controlarse… Fue la única vez que llore, allí a solas en el deposito con mi hijo tumbado en una fría camilla de metal y pálido, sin vida… la imagen más triste, deprimente y que me persigue en sueños que he podido ver en mi vida, lloré, lloré como jamás en mi vida había llorado, y le regañe, quise gritarle que era un maldito inconsciente, que no había pensado ni en su madre, ni en su hermana que estaba llorando desesperada muerta de la tristeza por él y por su mejor amigo por el que tampoco tuvo consideración y que ahora estaba en una camilla de hospital en coma… quise decirle lo mucho que me estaba cabreando con él, pero no pude, porque simplemente la tristeza me pudo, me comía por dentro y no me dejaba hablar; solo le di un beso en la frente y me calme, ahora tenía que calmarme por Jull, por Kate, tenía que avisarla, quería ir a ver a Leo y su familia, ese chico la verdad es que era como de mi familia y también me estaba doliendo bastante lo que le estaba pasando. Cuando salí del deposito vi a Jull hablando con uno de los policías y me temí lo peor, y efectivamente estaba en lo cierto, en el mismo momento en que volvió junto a mi me miro a los ojos aun anegados de lagrimas y me dijo “¡ha sido su culpa!, ¿por qué no lo paro, eh?... ¡¿por qué mierda Leo no hizo nada?!”, y volvió abrazarse a mi desconsolada, intente explicárselo, intente que entendiera que no había sido culpa de nadie, pero no entraba en razón, sinceramente no tenía fuerzas para rebatir con mi hija, solo tenía la esperanza que escuchase a Leo cuando despertara, pero hasta hoy no lo ha escuchado, hoy por hoy Leo lleva tres años sin pisar mi casa, y como mucho lo saludo cuando me lo cruzo por el barrio, Jull jamás dejo que se explicase, jamás… Dos meses más tarde de todo aquello, Kate comenzó a coger mucho más trabajo que de costumbre, ya casi ni pasaba más de tres días seguidos en casa y cuando los pasaba todos eran problemas, que si yo no era capaz de ayudarla con la casa, que si Jull se podía a ver puesto las pilas y a ver aprobado, que si la casa era un asco, que si Jull se la pasaba en su habitación, que si una cosa que si otra, y de pronto un día se marcho y no volvió, simplemente me llamo desde Nueva York para decirme que me llegarían los papeles del divorcio, que no podía seguir en casa, ver como Jull se encerraba en su cuarto, como yo me iba a trabajar como si nada y que no podía con todo aquello; me presenté en Nueva York para hacer algo, intentar convencerla de que volviese, no sé hacer lo imposible, ¿qué se puede hacer cuando tu mujer esta con otro?, nada, simplemente nada. En menos de dos meses, perdí a mi hijo y me divorcie de la persona a la que más he amado en mi vida.
¿Por qué estas en San Francisco?: Soy de aquí, y siempre he vivido en el mismo barrio, ido al colegio donde fueron mis hijos, estudiado en el instituto que estudiaron mi hijos, fue aquí donde conocía a Kate, donde me case, donde trabajo, donde tengo mi vida después de todo, además no quiero irme de aquí por mucho que fuese aquí donde mi hijo murió… Mi casa es mi casa, mi ciudad mi ciudad, y bueno le tengo cariño por muchas cosas.
¿Por qué Ledership?: (Sin limite, echar imaginación)

Aspiraciones: ¡Dios! Esa palabra creo que dejo de existir en mi vocabulario cuando cumplí los treinta. Antes tenía muchas cosas como meta, las cumplí todas, o casi todas: formar una familia, conseguir el trabajo de mi vida, tener una casa, un coche… no sé, supongo que no me queda en si que poder aspirar.
Sueños: ¡Muchos!, aunque el primero de mis sueños más que para mi es para mi hija, en parte es un sueño mío poder verla feliz y que sea capaz de decir “perdón”, se que echa mucho de menos a Leo y sueño con verla pidiéndole perdón, sueño con que eso pase. Saber que Matt este donde este esta bien, diría que verlo aparecer por la puerta con sus sonrisa y soltando cualquier cosas, pero eso se que es imposible, no aparecerá, pero al menos espero que este bien, donde quiera que este. Ver a mi hija sonreír de verdad y no con un deje de ironía al final, sino sincera, espontánea y convulsivamente sin importar porque. Poder mirar a Kate a la cara y no querer decirle lo mucho que la echo de menos, y lo mal que esta haciendo las cosas. ¡Cocinar!, sueño con cocinar, es más… ahora estoy haciendo un cursillo de cocina por las noches, es que creo que Jull no tiene culpa de nada como para morir por envenamiento, ni de sobrepeso por tanta comida basura. Se que ahora no, porque ni siquiera lo pienso, pero me gustaría que en algún momento por obra y milagro pudiese volver a encontrar el amor, y ser feliz ahora si con esa persona. Que por una vez en la vida mi equipo de fútbol gane la liga, no es tan complicado, la verdad. ¡Oh, viajar!, se que si Jull no viaja a Grecia con Leo, la llevare yo… es uno de sus sueños, lo sé, aunque ella crea que no soy conciente de sus cosas no es así, la conozco mucho mejor de lo que ella piensa. Y supongo que ver como Dan, de una maldita vez, gana el torneo de bolos… ¡¡siempre se queda a dos puntos!!

¿Cursas?: (Año de estudio)
¿Actividad extraescolar/es?: (Ir al panel de Act. Extraescolares)
¿A favor o en contra de “Time Ledership?: ¿Esta pregunta que es la reglamentaria por ser el padre de la redactora, o por ser el ex – redactor?, era broma, tranquilo. Como ex – redactor, te diré que el periódico siempre fue una fuente de información y un portal para los alumnos, es verdad que en muchas ocasiones te ganas etiquetas esteriotipadas sobre lo que haces o dejas de hacer dentro del periódico o como lo haces. No me siento orgulloso de que ya en mi época existiese ese apartado de cotilleos, pero te puedo asegurar que por mucho que digan los demás y por muy bien puestos que se pongan, todos colaboran con ello. Ahora como padre de la redactora, no me gusta que sea ella la que se lleve los insultos, que tenga enemigos, la que escuche día tras día que nada de lo que hace esta bien, pero bueno ¿a que padre le gusta, eh? Es fuerte lo se, y se que ella eligió esa actividad después de dejar gimnasia, pero la verdad es que no me gusta verla sometida a toda esa presión. Quitando eso, sigo pensando que es bueno que los chicos tenga una forma de hacerse escuchar, aunque todos parezcan ver solo lo malo del periódico.

Música favorita: Michael Jackson. Si esta muerto, pero pregúntale a Jull, te puede decir lo sumamente cansino que soy con ese hombre; pero que le hago era la música que se escuchaba en mi época, y la que me gusta, no la que se escucha hoy en día… si ya el grupo de Jull me resulta muy gritón, no quieras saber lo que pensaba de la música de Matt, era insoportable, y sin embargo de vez en cuando una canción escucho para que él sepa que no lo olvidamos.
Libro favorito: Cuentos de Navidad, de Dickens. Aunque de Charles Dickens, cualquiera que me des me lo leo gustoso, es mi autor favorito.
Comida favorita: Pizza… ¡no, no, no!, eso es broma, ¿como me va a gustar la pizza, por favor?, más bien la tengo aborrecida. Soy más clásico, mi comida favorita eran las tortitas de bizcocho que hacía Kate para Navidad, eso si que era comida, en serio no sabes lo buenas que estaban.
Definete a ti mismo: Según mi hija soy un padre muy molón y enrollado… que de expresiones en una sola frase. No sé, supongo que soy como cualquier padre, responsable, o al menos lo intento ya que de vez en cuando la cara y las maneras de Jull me superan y me paso la responsabilidad por donde me se yo, ¡¡esa niña hace conmigo lo que quiere!!, y ella lo sabe. A veces soy serio, pero sobretodo con cosas de mi trabajo, y en el mismo, en casa suelo ser mucho más abierto y simpático, la verdad. Puede que a veces sea un poco irónico y sarcástico, pero creo que es una manía que he ido cogiendo con los años, y si escuchas a tu hija todo el día con la ironía y el sarcasmo en la boca es hasta normal eso de que lo hagas incluso sin querer. Soy deportista, suelo correr todos los días, y Jull de vez en cuando sale conmigo, de vez en cuando y cuando quiere que Danko, el perro, corra si no pasa de mi como de la mierda. Independiente, pero eso siempre lo fui, quizás cuando estaba Kate era más dependiente de ella, pero ya supongo que no la tengo. A grandes rasgo soy un tío de cuarenta y cinco años, soltero, con una hija que tienes que tener dos millones de ojos y a la que quiero como a mi propia vida, policía y responsable.

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