{ Day Zondervan } Ashley Greene

por **lєdєяѕнιρ** Dom Oct 24, 2010 7:15 pm

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DAYANA ZONDERVAN
Dayana, Dayan, Day, Holandesita, mi rusa (solo una persona) | 17 años | 9.12.1993 | Amsterdam (Holanda)
"El milagro del mundo no reside en todo lo que ha desaparecido, sino en todo lo que todavía puede encontrar aquél que busca."

{ Day Zondervan } Ashley Greene Dayzondervan

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¿Mejor momento de tu vida?: Sin duda alguna se cuál fue, hace muchos años ya, no puede ser otro que el día que aprendí a pintar y a dibujar. Era un hermoso y agradable día de primavera yo solo tenía seis años, y aún así recuerdo ese día como si hubiera sido ayer, estábamos mi padre y yo en la orilla del río más cercano era domingo y como acostumbraba mi padre siempre que hacía buen tiempo le gustaba sacarme de casa para que pudiera disfrutarlo, siempre íbamos a pasear por la cuidad, a la playa, a algún parque a hacer un picnic y a jugar, al campo…y allí, en el campo, precisamente fue donde esa mañana de domingo; era un lugar, al menos para mi, casi paradisíaco, era una perfecta mezcla entre el río, con sus piedras, su arena, su limpieza y su transparencia que dejaba ver el fondo, el ruido de la corriente del agua, los pajarillos con su piar, el verdor del pasto, con sus pelados árboles del invierno que comenzaban a echar sus primeras hojas de un verde intenso lo que anunciaba que pronto aquellas ramas largas y fuerte, que se elevaban hacia aquél cielo azul intenso, estarían bien frondosos, con el gran manto de florecillas que empezaban a florecer y que tanta vida le daban al paisaje, me encantaba tirarme encima de ellas desaparecer bajo los altos tulipanes, aunque luego me daba lastima haberlos aplastado pero era algo que no podía remediar adoraba hacerlo… dicen que al recordar algo bueno tendemos a a adornarlo y recordarlo mejor de lo que es, puede ser y es posible que quizás yo lo recuerde así porque era pequeña, porque todo me impresionaba más, por la compañía de mi padre y porque ese día descubrí la pasión de mi vida. Mi padre se había llevado la caña y mientras, pacientemente, esperaba que picase algo se dedicaba a observar el paisaje y a intentar plasmarlo lo mejor que le era posible en su lienzo. Yo mientras tanto me dedicaba a tirar piedras al río viendo cuantas ranitas con ella era capaz de hacer, corría de un lado para otra viendo las flores y oliéndolas, me quedaba tumbada entre ellas, como ya le dije que me gustaba hacer, contemplando feliz el cielo y sus nubes, esas que iban pasando lentamente y que me gustaba observar e imaginar a lo que se parecían, hasta que me aburrí, entonces en ese momento fui corriendo a saltar sobre la espalda de mi padre para intentar que dejara la pintura y jugara conmigo, en ese momento lo vi por primera vez. Nunca le había prestado atención a los cuadros que mi padre pintaba, siempre tenía cosas a mi alrededor que reclamaban mucho mas mi atención que un dibujo, pero ese día al intentar que mi padre jugara conmigo los colores tan vivos que había usado me cautivaron, me parecía maravilloso ser capaz de poder plasmar lo que sentías y veías en un papel para que cuando lo contemplase otra persona pudiese adivinar que pensaba, sentía y veía esa persona sin necesidad de hablar ni de mostrárselo. Todo interés por jugar se esfumo en mi y solo quería que mi padre, según él un simple aficionado a la pintura, me enseñara a crear lo que yo clasifiqué de “maravilla”. Y así fue como el resto del día mi padre, olvidando por completo la caña y teniéndome sentada sobre sus piernas para que llegara bien al lienzo, mientras él guiaba con su mano la mía para dar las pinceladas necesarias en el papel y poco a poco me iba enseñando cosas, como observar las cosas para dibujarlas lo más fiablemente posible, como apreciar hasta el más mínimo detalle que la gente pasaba por alto al mirar las cosas sin detenimiento, a ver la belleza de las cosas aunque parezca que no la tienen, a como debían ser las pinceladas de fina, gordas, fluidas, intermitentes… y todas las maneras existentes que había para conseguir el efecto deseado, que colores combinaban con cuales, a darle vida, alma, pasión y sentimiento a lo que pintaba y que solo importaba que yo estuviera satisfecha con el resultado que lo que pensaran los demás era secundario. Después de aquél día, del cual conservo una foto de mi padre y de mi con el lienzo y paisaje a nuestras espaldas sobre la mesita de noche, mi curiosidad por aprender más en el arte del dibujo y la pintura en todas sus formas se hizo casi obsesionante, hasta tales puntos que desde los seis años hasta los diecisiete que tengo he aprendido a usar, manejar y disfrutar como si fuese en mi algo natural cualquiera de las formas de expresión que ese terreno me ofrecía, ya fuesen el carboncillo, el lápiz, los sombreados, la tinta china, acuarelas, rotuladores, ceras, óleo…todas me encantan, incluso gracias a ellas todas las artes en general y no solo la rama de la pintura aunque en especial esta porque me da un medio por el cual expresar mis estados de ánimo, desahogarme, desinhibirme, ser yo misma, plasmar el mundo como lo ven mis ojos, tener un recuerdo palpable de un momento, persona o paisaje. Mientras pinto me olvido de todo solo existo yo, mi mano, lo que veo y el dibujo, nada más importa, mi mente se queda en blanco y ya solo es capaz de observar minuciosamente, volverse perfeccionista y disfrutar de lo que en ese momento hago sin importar mis preocupaciones, problemas o todo lo que me rodea; admito que cuando dibujo aparte de disfrutar como aquella cría de seis años mi noción del tiempo se distorsiona bastante. Mi padre no solo me enseñó a pintar sino que me dio otra manera de ver el mundo, tal y como el la veía, con alegría, detenimiento para no pasar ningún detalle en las cosas ya que según él decía la gente a veces se perdía pequeños placeres de la vida por no tomarse un momento a mirarlas con detalle que eran incapaces de ver la belleza del mundo con todas esas prisas y estrés…en resumidas cuentas mi padre no solo me descubrió el hobby mas increíble del mundo que yo jamás habré conocido y conoceré, la pintura, sino que me enseñó a no solo sobrevivir sino vivir intensamente apreciando cada momento como si fuera el único y especial. ¿Qué si dibujo bien? Bueno la gente suele decirme que nací con un don especial para ello, pero siguiendo el ejemplo de mi padre, diré que solo me considero una aficionada que hace lo que puede y que es consciente de que aún le qued amucho por aprender. Opino que el don lo tenían genios como Joan Miró, Velázquez, Sorolla, Botticelli, Leonardo da Vinci, Monet, Rembrandt o Van Gogh entre muchos otros…aunque me gustan todos los estilos el moderno es el que menos me gusta por ser tan abstractos, me admito muy clásica a la hora de la pintura, y dentro de ello lo que más me gusta pintar son retratos o paisajes.
¿Peor momento de tu vida?: …No, tranquilo, no tengo que pensármelo mucho, se bien cual es, solo que…cuesta. Sin lugar a la menor duda, fue la época en la que el cáncer de mi padre comenzó a agravarse y empeorar de verdad, si ya fue duro enterarte de que la persona más importante para ti en el mundo está enferma de un cáncer y para colmo te dicen que nada más y nada menos que de médula y cerebral, más duro es ver como esa persona va poco a poco volviéndose más decadente hasta convertirse en una sombra de lo que era y que incluso la muerte parezca un final dulce y casi deseado para ella…si no lo has vivido, ni te lo puedes imaginar, ni te deseo que nunca lo tengas que pasar. Todo comenzó cuando a mis solo diez añitos de edad, después de múltiples dolores, mareos y otro tipo de síntomas mi padre decidiera ir al médico, a su regreso venía más pálido de lo normal, ya que en nosotros los holandeses no es raro estarlo, por lo que mi abuela algo asustada me mandó directamente a mi cuarto a jugar. Pero a mi todo aquello no me parecía normal y me preocupaba mucho saber a mi abuela, una mujer valiente y dura tan asustada y a mi padre la persona más positiva del mundo con cara de volver de un funeral, así que desobedeciendo totalmente las indicaciones de mi abuela me quedé escuchando tras la puerta de la cocina, podía escuchar a mi abuela decir cosas como “¡Oh, vamos hijo di algo! Me estás asustando” “Tan malo no puede ser…seguro que exageras… ¿verdad? Dime que si…”, de repente se escucharon ruidos de sillas y lo siguiente que recuerdo es a mi padre diciendo las fatídicas palabras “Mamá…tengo cáncer”. Ese día en mi casa parecía que hubiera pasado un ángel, mis abuelos vinieron a pasar el día entero a casa y todo eran caras largas, serías y silencio, recuerdo sobretodo mucho silencio en la casa casi sepulcral.
Esa noche me la pasé llorando acurrucada en mi cama sin poder detener ni una sola lagrima, siéndome imposible detener el llanto que cada vez se hacía más intenso y fuerte, hasta que mi abuela, que esa noche dormía allí, se percató de lo que ocurría y vino a consolarme, gracias a sus cuidados no solo pude detener las lagrimas sino que me reconfortó lo suficiente como para poder quedarme dormida finalmente, entre sus brazos. Los días siguiente mejoraron, todos parecían dispuestos a ser optimistas y animar a mi padre por lo que actuaban como si nada pasara, incluso todos parecían estar repentinamente de mejor humor y mucho más pacientes, en especial con mi padre y conmigo. Mi padre se sometió a un tratamiento que le obligó a estar aislado en una sala en la que nadie más que las enfermeras podían entrar, se le cayó el pelo por la quicio terapia, tenía fuerte nauseas, dolores de cabeza, mareos…me deprimía muchísimo verlo tras aquél cristal, tan solo, tan débil y tan triste, con la alegría que solía irradiar mi padre; fue una época dura y deprimente en la que perdí el interés en muchas cosas, los juegos, mis amigos, mis estudios... todo parecía perder su valor, nada estaba bien y nada parecía conseguir animarme; al menos durante semanas, debo reconocer que por aquella época le debo todo a mi padre y mis abuelos, sin ellos me hubiera hundido en lo más profundo y no sé si hubiera podido salir sola.
El tratamiento pareció dar sus frutos al menos para que siguiese él y todos los demás con una vida totalmente normalizada, con la única secuela de tener que hacerse revisiones periódicas; pero la felicidad no duró mucho, a los dos años los médicos en una de sus revisiones le comunicaron que se le había producido una metástasis y se había extendido; ahora no solo tenía el cáncer de médula sino uno cerebral. Tuvo que volver a ponerse en tratamiento y la pesadilla particular de mi familia y la mía propia, volvió a cobrar vida. Le extirparon todo lo que pudieron del cáncer cerebral para disminuirle los dolores y darle más tiempo de vida, además claro está de radioterapia y quimioterapia, pero cuando terminó con esta tuvo que volver a someter a una intervención quirúrgica debido para volver a transplantarte médula para restituir la destruida por ambos procesos. Después de un año y medio liados de nuevo con la enfermedad, volvimos, entre muchas comillas, a nuestras “vidas normales” y digo entre comillas porque ya era más común estar liados con la enfermedad que no estarlo, aunque es obvio que época prefería. Por esos tiempos yo estaba entrando de cabeza en plena adolescencia y comencé a tener los típicos problemas de estos, tal chico te gusta y no sabes si te corresponde, el otro te mira, alguna que otra pelea con tus amigas y algunas que creían que lo eran, alguna que otra discusión por los sitios de salidas y horas de llegada…aunque también la recuerdo como una época muy feliz ya que solo tenía que preocuparme de esas cosas y no por mi padre , tuve mis primeros novios; resumiendo tengo, aunque te cueste creerlo, muy buenos recuerdos de esa adolescencia casi normalizada en todos los sentidos aunque, como todos, sufriera mis duros golpes, decepciones y desilusiones.
Finalmente a los quince años, mucho estaba tardando ya…prácticamente mi vida me la había pasado en el colegio, en casa, algo en la calle y en el hospital, el cáncer volvió a hacer acto de presencia más fuerza que nunca, la metástasis era demasiado alta, el cerebral inoperable y día a día tuve que ir viendo como mi padre se iba consumiendo en el hospital. Se sometió de nuevo, sin demasiadas esperanzas de éxito, a radioterapia y quimioterapia, el pelo volvió a caérsele, tenía profundas ojeras y estaba mucho más pálido de lo habitual, con muchas nauseas y problemas alimenticios, fuertes jaquecas… se le veía tan frágil y débil, que daba lastima verlo en aquél estado, más cuando él se empeñaba en hacer como si nada pasara. Poco a poco y sin poder hacer nada la enfermedad fue haciéndose con el cuerpo y la salud de mi padre, empeorando a ritmo vertiginosos, teniendo que ser testigo en primera fila del deterioro de mi padre; las consecuencias de la expansión del tumor por el cerebro cada vez eran más palpables, a todas las que había estado sufriendo desde el principio se le añadieron pequeñas pérdidas de visión siendo a veces permanentes aunque parciales, no poder hablar bien o con normalidad en todo momento, parálisis y pérdidas de la sensibilidad en distintas partes del cuerpo, dificultad para mantenerse de pie o incluso con el equilibrio…estaba tan estropeado, solo conseguía ver una leve sombra de lo que mi padre era, incluso aún cuando me sentía muy mal y un ser muy egoísta con aquél pensamiento, creía que tanto para él como para nosotros, para que todos dejáramos de sufrir, unos de una forma y otros de otra, sería mejor que se muriese ya. Hasta que al final de ese mismo año, mi padre llegó al punte auge de su enfermedad y decadencia muriendo sin que los médicos pudieran hacer nada por ayudarlo, una parte de mi se alegraba de ello ya no sufría, ya no tendría que llorar todas las noches en mi cama por odiar ver así a mi padre, no tendría que ver como mis abuelos envejecían mucho más rápido por todos los disgustos que se estaban llevando… y, a pesar de ello, en el funeral y las semanas siguientes estuve culpándome por aquél horrible, o eso me parecía en aquellos momentos, pensamientos; me sentía la peor hija del mundo. Me costó superarlo y abandonar la costumbre de llorarlo todas las noches, pero doy gracias a conservar a mis abuelos y a que estos, no solo me acogieran en su casa como su propia hija, sino que se desvivieran por ayudarme a seguir y que no me hundiese ni estancase en la muerte de mi padre. También agradezco mucho encontrar a Garred, un chico mayor que yo pero con todo lo de mi padre mi edad mental no se correspondía a la real, había madurado mucho más deprisa que el resto de las niñas de mi edad y supongo que por eso un chico dos años mayor que yo llegó a fijarse en mí; en realidad desconozco realmente los motivos por los que le interesé, solo sé que a mi me vino como caído del mismo cielo, fue tan dulce, atento, comprensivo cariñoso... lastima que finalmente nos diésemos cuenta que funcionábamos mucho mejor de amigos que de pareja, pero aún así siempre le estaré profundamente agradecida, de hecho hoy por hoy es uno de los pocos amigos de verdad aunque solo eso, ya que sé que nunca más lo veré como algo más ni él a mí eso ya paso, que conservo en Holanda.
Todo el proceso de la enfermedad, desde su descubrimiento hasta su fin, fue muy largo, costoso y eso que el estado nos pagaba la mayor parte de las intervenciones y gastos de hospitales, pero sobretodo fue doloroso; mi padre era la persona más alegre que he conocido nunca, “al mal tiempo buena cara” era la frase que más repetía, daba igual lo que a él le pasara, esa sonrisa que se contagiaba forzosamente, esa alegría que te invadía y desbordaba y esa vitalidad que transmitía únicamente le desaparecía si le pasaba algo a los que quería y, al menos delante de ellos, solo durante segundos, a los siguientes le volvía para intentar animar a esa persona y buscarle el lado positivo al asunto y sus posibles soluciones; era la mejor persona junto a mis abuelos que he conocido nunca. Por eso siempre me pareció tan injusto que todo aquello debiese sucederle a él precisamente, no se lo merecía en absoluto…
¿Por qué no nombre a mi madre en toda la historia? Muy sencillo, mi madre murió dándome a luz, fue otro golpe duro crecer sin madre, sentirte un poco culpable de que muriese y encima sufrir la enfermedad de tus padres, gracias a dios tuve siempre a mis abuelos a mi lado. En los últimos meses del embarazo a mi madre le descubrieron una preeclampsia, que si no recuerdo mal la explicación que me dieron es como una gran subida de tensión, lo malo fue que la tenía desde los inicios del embarazo pero no se la localizaron a tiempo y cuando quisieron darse cuenta el hígado, los riñones y su sistema de coagulación estaban gravemente afectados, tanto que corrimos riesgos las dos; inmediatamente, nada más percatarse, le indujeron el parto metiéndome a mi en una incubadora y a ello en cuidados intensivos, pero el embarazo y el parto la habían dejado demasiado debilitada como para poder recuperarse, por lo que a las pocas semanas murió, yo tuve más suerte.
¿Cambiamos de pregunta? Si no le es mucha molestia, por favor…
¿Por qué estas en San Francisco?: Porque aunque mis abuelos se habían hecho cargo de mi encantados, era algo que me pesaba bastante, pues después de tantos años que llevaban ocupándose de mi padre y de mi, ayudándonos en todo lo que necesitábamos y desviviéndose por nosotros y porque estuviéramos lo mejor posible olvidándose d sus propias necesidades y placeres por completo, creía que era hora de que los años que le quedaban los viviesen en paz, felices y tranquilos.
Además, como mi madre me había dejado en herencia una casa a la que nosotros no le habíamos echábamos cuenta, hasta ese momento claro, en San Francisco decidí que lo más conveniente era mudarme allí por mi y mis abuelos. Por mi porque lo consideraba la mejor manera de superar lo de mi padre era alejándome de todo aquello que me traía recuerdos tan frescos y vivos de él, que era hora de dejar la cuidad en la que, aún a pesar de estar enamorada de ella, había vivido la muerte de mis padres, todo lo que me impedía seguir y tener una vida normal de adolescente; y por mis abuelos porque pensaba que era hora de dejar ser egoísta y que no podía pedirle que me criarán después de haber criado ya a sus propios hijos, bastantes cosas que no podría devolverles ni pagarles habían hecho ya como para pedirles más. Por lo que sin pensármelo pedí la emancipación y una vez que me la concedieron, después de demostrar que tenía los medios y era capaz de cuidar de mí misma sin ayuda, me mudé aquí. ¿Qué como se lo tomaron mis abuelos? Al principio les pareció demasiado precipitado que una “niña” como ellos me definen de mi edad, anduviese sola por el mundo sin ningún adulto que la cuidara, pero después de exponerle mis motivos, razones y planes para el futuro, no solo lo respetaron sino que se sintieron muy orgullosos de tener una nieta tan madura para su edad, o eso al menos dijeron.
¿Por qué Ledership?: Te va a hacer gracia, pero la casa conllevaba bastantes gastos, luz, agua, comida…y mis abuelos no podían, ni yo quería, pasarme nada de dinero y mi sueldo no me daba para mis salidas, gastos de instituto, ropa y mantener la casa, así que pensé que al ser una casa grande y espaciosa podría alquilar una de las habitaciones, tampoco quería llenar la casa de gente me gustaba tener tranquilidad en mi casa no me malentiendas me gustan las fiestas pero todo en su momento y en su sitio, necesito calma sobretodo cuando pinto así que solo puse en alquiler una, para poder asumir los gastos con mi compañero y así poder andar sin problemas económicos. Mi compañero de piso, el chico que entre los demás candidatos me llamó la atención, aparte de por lo mono que era todo hay que decirlo…, porque él también se había emancipado y como me calló bastante bien se la alquile a él. Ahora viene el por qué de Ledership, no conocía a nadie más que él y creí que todo sería mucho más sencillo si iba a su mismo instituto así me podría resolver todas las dudas que tuviese sobre él.

Aspiraciones: Hacer de mi pasión mi trabajo, pero no como esas personas que acaban aborreciendo lo que más le gusta por convertirlo en una obligación, sino consiguiendo un equilibrio entre ambas para poder hacer lo que más me gusta y encima ganarme mi sueldo con ello.
Sueños: Hacerme con una de las escasas y exclusivas plazas de algunas de las prestigiosas escuelas de bellas arte de Estados Unidos las cuales están consideradas las más famosas y buenas que existen en todo el mundo; además de ser de las que más puertas laborables te abren después de cursar la carrera. Sacarme la carrera y con notas...de hecho me gustaría ser de las mejores, sino la mejor, de mi promoción, si me dan la plaza quiero aprovecharla. Otro de mis grandes sueños sería…exponer en alguna galería, aunque tan solo fuese una vez y no fuera a verla demasiada gente, no pido que sea de las que están consideradas las galerías con más renombre del mundo, pero si alguna de una gran cuidad y si como colofón pudiera vender algún cuadro sería feliz, me sentiría realizada como pintora.
Viajar, es algo que me fascina también, adoro poder conocer culturas, pensamientos, artistas y obras de arte, lugares, monumentos y gente distinta, te abren más horizontes y nuevos puntos de vista sobre als cosas, además de ayudarte a ser más tolerante y comprender mejor las cosas. Me gusta llevarme de cada uno experiencias inolvidables y aprender algo nuevo, a ver los hermosos paisajes que nunca antes había visto en persona y poder pintarlos. Si por mi fuera tendría como mínimo un cuadro por cuidad o país del todo el mundo. Aunque admito que sobretodo hay un lugar al que me gustaría volver, Holanda, es mi cuidad no lo puedo remediar me tiene enamorada, más concretamente aquél rinconcito donde aprendí a pintar…ese sitio…es indescriptible y tan especial para mi…que no puedo explicártelo.
En el futuro, vivir o tener una casa en el campo, quizás tenga que ver con mi mejor momento, puede que por la tranquilidad que allí se respira o es posible que solo sea porque me encanta.

¿Cursas?: Tercero, solo me queda un año para acabar y que me digan si podré cumplir mi sueño de estudiar mi carrera favorita, no sabes que ganas y nervios tengo ya y eso que aún falta.
¿Actividad extraescolar/es?:Ninguna, casi todas son sobre deportes y admito que no soy una persona que se desviva o le encante precisamente, las que no, las que son sobre otras cosas directamente no me interesan, así que prefiero emplear mi tiempo en las cosas que me gustan, como pintar, salir con mis amigos, ir de fiesta, leer...esas cosas.
¿A favor o en contra de “Time Ledership?: (En contra. Creo que cada uno es libre de dar su opinión sobre todos los asuntos y que es bueno que nos mantengamos informados, pero creo que son demasiados críticos, duros y dañinos con sus opiniones. Siempre fui de las que mantienen que hay que ser sinceros pero de las que también piensan que hay maneras y maneras de decir las cosas y precisamente las suyas no son las que mejores me parezcan. Aparte claro está que me parece una aberración publicar la vida personal de las personas, hay gente que cobra por eso y todo…pero es tu vida, son tus acciones, tus errores y tus malos momentos, opino que todo el mundo tiene derecho a intimidad y a decidir que cuenta y que no, además la gente cambia no siempre tiene por qué ser como el articulo refleja, es más pudo ser una simple equivocación y con lo que escriben solo consiguen que la gente se quede con ciertas etiquetas para toda su vida, como si ya de por si los alumnos no fueran intolerantes, crueles, selectivos y discriminantes como para encima instigarlos, ayudarlos o darles ideas…ni me gusta, ni estoy a favor.
Música favorita: Por lo general el tipo de música va siempre con mi estado anímico o con el momento en el que me encuentre, me explico. Para pintar o dibujar, siempre, siempre, siempre me pondré música clásica, me tranquiliza y hace que me inspire con mucha facilidad, la música con letra o demasiado movida me impide centrarme como debería y me gusta. Para las fiestas está claro todo lo que se pueda bailar, cosa que me gusta mucho, pero sobretodo house y dance. Y para mis otros ratos…pues pop y rock adecuado a mi ánimo.
Libro favorito: El enigma de la luz de Cees Nooteboom. Es mi preferido, sin duda, habla de mi pasión, nombra a un montón de grandes pintores y sus obras, además de que apoya totalmente mi visión de ver las cosas cuando pinto, la visión que mi padre e enseñó. Es un libro que me marca mucho, con el que me siento un poco identificada al menos mi parte de pintora ya que es muy parecido a como me gusta observar y analizar los cuadros, que me recuerda dulcemente a mi padre y que se que cuando me pongo a leerlo me olvido de todo y solo quiero leer y leer sin parar, me enfrasco casi peligrosamente en él, pero es que me gusta demasiado, me es muy a meno y me sube bastante el ánimo.
Comida favorita: Adoro todo lo que lleve queso o pescado, es algo muy típico y normal de comer en mi país, pero si tuviera que decidir un plato sería el rijsttafel que es, para que me entiendas, como una base de arroz que se sirve en decenas de platos diferentes y se acompaña de alimentos tan variados como legumbres estofadas, hortalizas con leche de coco, trozos de carne (cordero, ternera y pollo) y ave, pescado, plátano y diferentes salsas, eso acompañado de una buena cerveza...es lo mejor que podría echarme a la boca y me recuerda tanto a mi país…

Definete a ti mismo: Considero que al igual que las monedas poseo dos caras pero ambas forman parte del todo, forman la moneda, la forman a ella. La parte que todos conocen es su parte más social, extrovertida, alegre, curiosa, original, creativa e imaginativa…esta parte es como una pequeña niña hiperactiva, que a veces habla demasiado, muy impulsiva y locuela, desordenada, algo orgullosa aunque sabe imponer a los que quiere a su orgullo, aunque no sin algo de trabajo por eso no vayas a dejar que sea siempre la que se lo trague y de el primer paso porque un día no lo hará. Pienso y me lo dicen a menudo que he sacado la parte optimista, positiva y alegre de mi padre, que transmito tanta buena energía como él. Sé que soy muy desconcertante a pesar de conocerme bien nunca dejaré de sorprenderte, nunca sabrás a pesar de poder tener una idea de por donde puedo salirte que haré con exactitud. Creo que soy dulce, me encanta que sean cariñoso conmigo y serlo con los demás, además soy una persona con la que sus amigos podrán contar para lo que la necesiten, es más suelo anteponer a mis amigos a mi, he demostrado en bastantes ocasiones ya que soy digna de confianza y siempre estaré dispuesta a escucharlos; a pesar de parecer tan inestable.
La parte que muy pocos tienen el placer de disfrutar es mi parte artista toda la creatividad y originalidad que expreso pintando, tengo una extraña obsesión y pasión por pintar pero odio que nadie me vea “creando” solo los enseñaría acabados y aún así no soy de las que me gusta alardear de mis dotes, aunque por ahí digan que verdaderamente tengo un talento especial para pintar; necesito mis ratos libres para pensar, estar a solas, tener intimidad, pintar y relajarme o disfrutar de un día para mi simplemente, la gente a veces lo confunde con que me pasa algo. Me considera a mí misma rara y compleja, y en los momentos que se requiere se ser madura aunque parezca normalmente una cría y también soy capaz de ser muy responsable. Siempre evito hablar de mi o de mis sentimientos ya que no me gusta y me resulta muy complicado expresarme en voz alta es algo a lo que no estoy acostumbrada, en muchas ocasiones doy la sensación de ser inaccesible pero es cuestión de conocerme y saber como tratarme, cosa que te costará bastante, pero finalmente con las personas adecuadas aunque me cuesta se desahogarme; esto además muchas veces parece que me da, por lo que tengo comprobado ya, un aire misterioso que no se muy bien porque atrae a los hombres. Soy muy independiente y autosuficiente, a estas alturas después de tenerme que encargar de muchas más cosas de las que tendría que ocuparse una niña y una adolescente por culpa de la enfermedad de mi padre se cuidar y encargarme de mi misma.

Relaciones: (se añadirá el link directo desde “buscar relaciones”)
Dueño: Artemisa
Imagen: Ashley Greene